Unas semanas atrás conocimos a otro amante del té, Henrique Facuriella. Él es asturiano, pero en el mundo del té no hay fronteras y en nuestra tienda nos conocimos por primera vez después de hablar por teléfono unos pocos días antes.
El motivo de su visita era la exposición de fotografía sobre el «chawan» y el «raku» que realizaba en la librería casa Beltran de Barcelona. También podéis ver un escrito suyo en el periódico «les noticies» de Asturias sobre tetere.
El arte de la cerámica acompaña, combina y liga en todos sus detalles con el arte del té. El material, su textura, los colores, las huellas marcadas en las piezas,… se suman a las sensaciones organolépticas y emocionales que nos aporta el ritual del té.
La cerámica puede alterar el sabor del té, dependiendo de su origen, de su composición, de su acabado superficial, … todo es importante para disfrutar de un pequeño gran momento.
Volviendo a la exposición de Henrique, en ella se podía observar el proceso de realización de un cuenco de té, utilizando la técnica del raku, desde la selección y preparación de la tierra a la pasta de barro. Las imagenes de la izquierda corresponden a algunas de las fotos que fueron expuestas en casa Beltran.
Siguiendo el hilo de la cerámica, unos días después de la exposición de Henrique en Barcelona, amigos de tetere, nos comentaron para quedar un fin de semana y realizar una sesión de cerámica. A nosotros nos gustó mucho la idea y a pocos días de la propuesta ya nos encontrábamos todos juntos con las manos en la masa.
El encuentro fue muy agradable donde moldeamos unas cuantas piezas, entre ellas algún «chawan». Al final de la sesión terminamos con un excelente genmaicha preparado por Pol. Nos marchamos satisfechos y contentos, a la espera de que las piezas estuvieran listas para su cocción, en el próximo encuentro.