Esta degustación está dedicada exclusivamente al té oolong Dong Ding originario de la isla de Taiwán. Hemos tenido oportunidad de conseguir un Dong ding 1980 considerado como té envejecido y lo hemos comparado con otro Dong ding que tenemos en la tienda de 2012. Durante la degustación hemos podido comparar el mismo tipo de té pero de épocas distintas. Una experiencia interesante y única.
Características
- Tipo de preparación: Gongfu
- Peso neto de cada muestra: 12 gramos
- Accesorios para la degustación:
- Dong Ding 1980: tetera Gongfu porcelana
- Dong Ding primavera 2012: tetera de cerámica Yixing (tetera usada exclusivamente para oolongs), estilo Gongfu
- 4 juegos de cata (vaso de oler y vaso de degustación), 4 vasos de degustación
Impresiones de la degustación
Dong Ding primavera 2012
- Hoja seca: enrollados en forma de bola, de color verde jade
- Aroma: floral, dulce, miel, almendra amarga
- Sabor: intenso, con cuerpo, dulce, largo en boca, recuerdo a melocotón y ligeramente tostado
- Hoja infusionada: verde, hoja entera y cosechado a mano
- Color de la infusión: amarillo melocotón
Dong Ding 1980
- Hoja seca: enrollada en forma de bola de color marrón claro, medio abierta, las bolas tienen tallo
- Aroma: eucalipto
- Sabor: «hei cha», alga dulce, resina
- Hoja infusionada: hoja entera y oscura de textura más rígida, cosechado a mano
- Color de la infusión: brillante, oscura (marrón)

Probar los 2 tés fue una experiencia increíble, pero además Jing Jing había preparado una mesa bellísima, con una armonía perfecta. Las fotos no hacen justicia a lo que era una obra de arte efímera
Bueno, la verdad es que fue un privilegio poder degustar este oolong de hace 30 años. En principio no sabía que los oolongs tambien se pudieran guardar como se hace con los pu ers. La experiencia fue muy interesante al poder comparar este oolong con uno del año 2012 del Dragón. Son tan diferentes, el del año 2012 ya lo habia probado muchas veces, pero al poner más cantidad de la habitual, tambien el sabor era más fuerte. Al probar el viejo, noté entre otras cosas que tenía realmente un sabor a antiguo y tambien a algas. Parece mentira como puede cambiar un té y la cantidad de aromas y sabores que nos recuerdan. Una experiencia para recordar. Gracias a los anfitriones cada vez sabemos más.
No podemos degustar un té de añejo con una mesa sin decoración. Disfruto el proceso de toda la preparación,
gracias por acompañarnos en la degustación de estos dos tés !