El té blanco también se elabora a partir de las partes aéreas de los árboles de Camelia Sinensis. El proceso, aunque posiblemente tenga menos intervención que el procesado del té verde, este necesita más tiempo de elaboración ya que el proceso de marchitamiento y el secado de las hojas es más largo. En tetere disponemos de los siguientes tés blancos de diferentes orígenes. Hay el té blanco de Taiwán y los dos tés blancos de Fujian, China.

Referencias disponibles de té blanco en tetere

2018
Desde 9,54 / 60gr
2022

TÉ BLANCO

Bai Hao Yin Zhen

Desde 23,94 / 60gr
2020

TÉ BLANCO

Bai Mu Dan

Desde 9,90 / 50gr

Introducción al té blanco

Cuando hablamos de té blanco nos referimos, al igual que en otras categorías de té, a una gran variedad de tipos de té, todos ellos distintos. El mismo té tiene características organolépticas diferentes en función de muchas variables. Algunas de estas variables son el terreno, el cutivo, el periodo de la cosecha, el tipo de hoja, etc etc (la mejor forma de poder valorar todas estas diferencias es probando los distintos tipos de té).

Otra cosa que queremos comentar es el color de las hojas del té blanco. El hecho de que se llame así no quiere decir que sus hojas sean blancas. En el anverso de las hojas, cuando son jóvenes, hay una pelusilla (tricomas) que se puede mantener o no en función del proceso de producción. Las hojas que tienen pelusilla serán más o menos blancas en función del procesado del té, pero también nos podemos encontrar hojas sin pelusilla. Este detalle no es significante para determinar la calidad del té blanco, es simplemente aclarar que el té blanco no tiene porque tener la hoja blanca.

A continuación os dejamos este video sobre la introducción de tres tés blancos que tenemos disponibles en tetere.

té blanco

Originariamente, la producción de este tipo de té se encuentra en el sur de China. Principalmente en la provincia de Fujian, aunque en otras provincias como Guangdong, Guangxi o Yunnan también son productoras de té blanco. Los diferentes tipos de té blanco se producen a partir de las dos principales variantes como son la Camellia sinensis sinensis y la Camellia sinensis assamica. Hoy en día, la mayoría de zonas productoras de té, procesan té blanco. El té blanco sigue un proceso de elaboración parecido al té verde, con la diferencia de que el proceso de marchitamiento de la hoja es más largo, así como su proceso de secado menos intenso y también más largo. Un secado menos intenso significa que, a veces, la hoja se deja marchitar hasta que se seca completamente, omitiendo la aplicación de calor (killing green) para la estabilización de la hoja. Otras veces el marchitamiento, indicado anteriormente que es más largo que en el té verde, se interrumpe para realizar un secado de la hoja más suave y prolongado. El marchitamiento y el secado de la hoja, se suelen realizar en entornos de poca luz u oscuros.

El té blanco al estar procesado de esta forma, una de las elaboraciones con menos procesos (… y que no quiere decir que sea más fácil), dentro de la producción de té, nos encontramos en que la mayoría de las hojas de té blanco que se presentan en el mercado, tienen la misma forma / aspecto que en el momento de su recolección.

Procesado del té blanco

té blanco

 

(en el procesado del té blanco, es habitual no someter las hojas al «killing green»)

Este té se fabrica a partir de hojas jóvenes y también de hojas maduras de la Camelia Sinensis. Proceso parecido al utilizado en la fabricación del té verde. La principal diferencia radica en los varietales y en el secado.

recolección de brotes para elaborar té blanco

Observaciones sobre el té blanco

El té es conocido también por sus propiedades para la salud. El compuesto químico que se presenta en más cantidad dentro de las hojas del té son los polifenoles. También llamados antioxidantes. De manera no muy acertada en occidente se habla del té blanco sobretodo por su poco volumen de producción, por sus propiedades para la salud, así como su nivel bajo en cafeína, diurético y con altos niveles de vitaminas y polifenoles. La mayoría de publicidad se concentra en estas propiedades del té blanco, generalidades que quedan muy bien cuando se oyen, pero que a veces quedan lejos de representar la realidad. No debemos pensar que el té es un producto milagroso, sino un producto con reconocidos y contrastados beneficios que nos puede ayudar a mantener o mejorar ciertos aspectos de nuestra salud con una constancia de consumo, como bien se especifica en numerosos estudios que se realizan del tema.