¿Cómo conservar el té?

Hay dos conceptos importantes a tener en cuenta, uno es como envejecer el té (mejora organoléptica al paso del tiempo) y el otro es como conservar el té (mantener lo mejor posible las características organolépticas iniciales).

En este caso nos centraremos en como conservar el té.

Conservar el té

Cuando conservamos el té, tenemos que ser conscientes de que es un producto seco, quiere decir que tiene un porcentaje de agua muy bajo en la hoja y por lo tanto es duradero y estable. Puede aguantar bien el paso del tiempo, pero habrá pérdidas de propiedades y se alterarán sus características organolépticas cómo el aroma, el sabor,… pero no hay riesgo microbiológico si su conservación se ha realizado correctamente (sitio seco).

Dicho esto, cuanto más tiempo tengamos el té desde su fecha de procesado (no de compra, muy importante) más probabilidades hay de que a nivel organoléptico no tengamos los mismos matices que acabado de procesar. En términos generales, entonces si nosotros buscamos las notas frescas, florales, ligeras, etéreas,… mejor consumir tés que sean de producción reciente. A medida que pasa el tiempo estas notas frescas se pierden y aparecen otros matices de madera, metal, mineral, tierra,… que no quiere decir que sean peores, pero tenemos que ser conscientes de que el té ha cambiado (aquí estaríamos entrando en el proceso de envejecer un té, pero se debería hacer de forma controlada, no al azar). Entonces ya vemos que en función de lo que buscamos, a la hora de tomar el té, el proceso de conservación influye.

Vamos al grano! Como notas genéricas, primero de todo, para conservar el té hay dos puntos importantes:

• Guardar el té en un sitio fresco y sin humedad.
• No es lo mismo conservar 2g de té, por ejemplo, dentro de una bolsita durante «x» tiempo que conserar 1 Kg de té durante este mismo tiempo.

Sin abrir el paquete/envoltorio/recipeinte/…:

• Su conservación suele ser mejor, dependerá de varios factores (tiempo que lo dejemos sin abrir, cantidad de té, tipo de té, atmósfera protectora,…)
• Se mantienen mejor las notas frescas, vegetales, umami,… Por regla general los tés de baja oxidación y que hayan pasado por un proceso de vaporizado, mejor no guardar mucho tiempo si queréis mantener dichas notas.
• Mantener en un sitio fresco y seco.
• Mantener en un sitio oscuro.
• Una vez abierto, ver siguiente punto.

Una vez abierto el paquete/envoltorio/recipeinte/…:

• Mantener en un sitio fresco y seco.
• Consumir más rápidamente que el paquete sin abrir, si queréis mantener gusto, sabor, aroma inicial.
• Guardar el té en un entorno frío (sobretodo si el té lo consumimos lentamente o tenemos una gran cantidad). Los más indicados para guardar en frío, son los tés de baja oxidación y que hayan pasado por un proceso de vaporizado.
  • Un tip importante es dosificar los tés y después mantenerlos en frío. Por ejemplo si en casa tienes 1Kg de té verde shincha, lo puedes separar en paquetes de 100gr y guardarlos en la nevera. Una vez terminado un paquete sacar otro dela nevera y consumirlo (no devolverlo a la nevera).
• Seleccionar un material adecuado para el almacenamiento. A mi personalmente me gusta la cerámica y la madera.
• Conservar el té en un bolsa, paquete, recipiente con buen cierre. Según tipo de té (baja oxidación), mejor hermético.
• Conservar el té en bote, paquete o bolsa opaca.
• … y repito el primer punto, dicho de otra forma, no dejar el recipiente, paquete o bolsa cerca de un foco de calor.

Otros puntos importantes

El hecho de guardar el té en frío tiene sus puntos débiles, como por ejemplo la condensación. De la cuál tendremos que ir con precaución para no estropear el té.

Conclusión

En resumen, si tenemos un té que hemos comprado en buen estado de conservación, y lo consumimos dentro de un período corto de tiempo, no debemos tomar muchas precauciones (siempre que el sitio donde lo guardemos tenga poca variabilidad de temperatura y sea fresco y seco). El problema se acentúa cuando los tiempos de consumo se dilatan y no tomamos ninguna precaución.